Mi Primer Encuentro Con Las águilas
(Por Kokul 'al Quetzalcóatl)
Todo empezó cuando mi alma se introdujo dentro del portal 11:11 y emprendió el viaje hacia el templo sagrado. A mi paso por el portal 11:11, se me fueron proporcionando muchas vivencias místicas que al principio no entendía, pero que después se me fueron aclarando poco a poco. Así transcurrieron muchos meses, vivenciando con intensidad cada experiencia, hasta que un día recibí la visión de que estaba llegando a los limites dimensionales del portal 11:11... Algo dentro de mi me decía que debía llamar a mi alma gemela y así lo hice.
Era un día nublado de otoño de 2005, hacía mucho frío. Pasadas las 4:00 de la tarde, estaba sentada en una silla reclinable, de esas que se hacen cama, entonces me acosté, me relajé y empecé a visualizar un Triangulo que nos unía a través de un cordón dorado. Un vértice estaba unido al corazón de él, otro vértice estaba unido a mi corazón y el vértice superior del triangulo, aparentemente no estaba conectado a nada, sin embargo, cada que hacia el llamado, sentía como corría una energía que emanaba de ese punto y que conectaba corazón con corazón. Al momento de la visualización, sentía como la energía me causaba un dolor profundo en el pecho, pero a la vez había un sentimiento de amor que desbordaba con re gozo.
Después de varios intentos, me vi en el astral, yo me veía como una virgen muy joven y él estaba a mi lado, no escuchaba voces, solo vi como subimos por un túnel de luz. Al principio yo lo seguía en el recorrido, podía ver como la virgen hacía un gran esfuerzo al subir sobre la vertical, la energía de ese portal la debilitó a tal grado que se retrasó mucho y casi perdió el conocimiento, luego él se regresó y la tomó en brazos. La virgen tenía los ojos serrados y se apreciaba el sobre esfuerzo que hizo al tratar de salir del portal. Yo también tenía los ojos serrados porque estaba visualizando todo en el astral. Así pues empecé a vislumbrar la salida del portal de luz, ambos se abrazaron y empezaron a girar muy rápido, dando vueltas en espiral en el sentido contrario a las agujas del reloj. Luego la virgen abrió los ojos y en ese momento terminó la visión en el astral. Al abrir los ojos mi ser se sincronizó con ella y en ese mismo momento yo también abrí los ojos.
Lo curioso fue que al abrir los ojos, me encontré mirando hacia el cielo azul y justo a unos cuantos metros de altura se encontraban dos águilas, macho y hembra (más pequeña en tamaño), girando y dando vueltas en círculo de la misma manera que la visión en el astral. Me quedé quieta y observando, algo dentro de mí me decía que yo estaba dentro del águila hembra y mi gemelo en el águila macho. Luego el águila macho dejó de dar vueltas y emprendió el vuelo hacia el este, y el águila hembra lo siguió. En el momento que las dos águilas tomaron rumbo, del lado opuesto, es decir por el poniente, se vio a lo lejos, un grupo de águilas que volaban todas juntas e iban a reunirse con la pareja de águilas, siguiendo de lejos al águila líder... hasta que los perdí de mi vista.
Esta experiencia con águilas, terminó horas después, cuando me encontré en la cueva obscura del Xibalbá, junto con mi gemelo y otros seres de luz que forman parte de mi familia espiritual.
El gran viaje del alma, empieza con el llamado del gran águila mayor y termina con el gran águila mayor, con el alfa y el omega.
Kokul 'al