El Gran Nido Cósmico.
Volver al Origen
(Por Kokul ‘al Quetzalcóatl)
El circulo en geometría sagrada representa a dios infinito y universal....
La divinidad no solo se encuentra en lo que conocemos como cosmos real, sino que también se encuentra en el cosmos abstracto absoluto. Estos dos universos los podemos concebir como dos grandes ruedas una más pequeña que la otra y que sobre la transversal (espacio) están separadas la una de la otra pero a su vez en su parte central forman una CRUZ sobre los ejes horizontal y vertical que comparten y que unifica ambas ruedas. Esos dos universos están formados por 13 dimensiones y por 20 dimensiones por lo que también se les conoce como trecena y veintena…
En la parte centro estas dimensiones se entrelazan y forman la unión de la cruz mundana y la cruz divina. En el camino del CENTRO las dos ruedas o universos son el UNO indivisible. Son el cielo y la tierra unidos a través de la santa CRUZ.
Materia y esencia son UNO no hay división entre los mundos densos y los mundos sutiles, entre lo de arriba y lo de abajo, entre la nada y el todo.
Ese punto central, es el punto de inicio y fin de todo ciclo, es el punto de partida y retorno, es alfa y omega. A ese punto también se le conoce como punto cero de la espiral de ascensión.
Todo lo divino gira alrededor de ese punto porque ese punto es el ORIGEN DE TODO.
Volver al origen del SER, significa volver a ese punto de partida.
Pero ¿por qué volver a ese punto de partida? ¿Por qué tanta la insistencia de volver al origen?. La respuesta está en el génesis. Si los annunakis no hubieran manipulado nuestros genes del hombre primitivo, no hubiera necesidad de retornar al origen, ya seriamos uno con la divinidad!!. El carbono 666 es herencia del implante de los annunaki que hicieron manipulaciones genéticas y que rompieron la secuencia original del ADN, de allí, la importancia de reconectar los filamentos de origen.
Para retornar al origen es necesario a travesar las tinieblas del mundo mental que corresponden al plano horizontal y hacerse paso a la luz. La maldad y las tinieblas existen en la dualidad de la mente, el 666 cobra vida en el inframundo... no olvidemos que la mente por correspondencia (dos ruedas) está conectada a la tierra. Las energías y el aura humana forman parte del aura de la tierra, todos los pensamientos negativos y destructivos así como el miedo están girando y se condensan en las dimensiones densas. El inconsciente colectivo está allí formando parte del maya que nos mantiene en la ilusión...El inframundo forma parte del maya y de las dimensiones que hay que atravesar para volver al origen.
Debemos volver al origen para reconectarnos con nuestra esencia o real SER. Debemos volver a ser libres!!…
En la parte centro estas dimensiones se entrelazan y forman la unión de la cruz mundana y la cruz divina. En el camino del CENTRO las dos ruedas o universos son el UNO indivisible. Son el cielo y la tierra unidos a través de la santa CRUZ.
Materia y esencia son UNO no hay división entre los mundos densos y los mundos sutiles, entre lo de arriba y lo de abajo, entre la nada y el todo.
Ese punto central, es el punto de inicio y fin de todo ciclo, es el punto de partida y retorno, es alfa y omega. A ese punto también se le conoce como punto cero de la espiral de ascensión.
Todo lo divino gira alrededor de ese punto porque ese punto es el ORIGEN DE TODO.
Volver al origen del SER, significa volver a ese punto de partida.
Pero ¿por qué volver a ese punto de partida? ¿Por qué tanta la insistencia de volver al origen?. La respuesta está en el génesis. Si los annunakis no hubieran manipulado nuestros genes del hombre primitivo, no hubiera necesidad de retornar al origen, ya seriamos uno con la divinidad!!. El carbono 666 es herencia del implante de los annunaki que hicieron manipulaciones genéticas y que rompieron la secuencia original del ADN, de allí, la importancia de reconectar los filamentos de origen.
Para retornar al origen es necesario a travesar las tinieblas del mundo mental que corresponden al plano horizontal y hacerse paso a la luz. La maldad y las tinieblas existen en la dualidad de la mente, el 666 cobra vida en el inframundo... no olvidemos que la mente por correspondencia (dos ruedas) está conectada a la tierra. Las energías y el aura humana forman parte del aura de la tierra, todos los pensamientos negativos y destructivos así como el miedo están girando y se condensan en las dimensiones densas. El inconsciente colectivo está allí formando parte del maya que nos mantiene en la ilusión...El inframundo forma parte del maya y de las dimensiones que hay que atravesar para volver al origen.
Debemos volver al origen para reconectarnos con nuestra esencia o real SER. Debemos volver a ser libres!!…
¿Y por qué debemos ser libres? ¿que acaso no lo somos?... Dirán algunos, tengo libre albedrio, que mas libertad puedo pedir, soy libre de mis pensamientos y acciones…Más yo os digo que eso que llamamos libre albedrio no es libre albedrio, sino mas bien es una libre decisión.
El libre albedrío viene de la consciencia real que existe entre la conexión con la triada, mente, cuerpo y alma….El libre albedrio viene de la consciencia real del SER.
Cuando el alma se encuentra separada y distanciada por la mente, también lo está la consciencia real y la personalidad es la que toma el lugar de nuestro real SER.
El real SER, existe en la trinidad (padre, hijo y espíritu santo) no así en la dualidad de la mente humana. El real ser está distanciado debido a la dualidad de la mente, es la mente la que impide la conexión con la trinidad y es el 666 el que habita en la mente humana. El ego es el 666 el que toma el poder del cuerpo a través de la mente y nos mantiene en la ilusión de la separación entre los planos espirituales y físicos, entre el cielo y la tierra.
La santa cruz nos regresa a la trinidad y por lo tanto al origen del SER, sin embargo son tres cruces o trinidades las que hay que completar en el recorrido para retornar al origen y fundirnos con la totalidad. Cada Cruz o trinidad, representa un nacimiento. Primer nacimiento a la magia, segundo nacimiento y tercer nacimiento.
¿Por qué nacimiento a la magia? Se le llama así porque es el mago nuestro real SER. Todo lo divino es mágico porque nuestro origen es ser magos. Somos seres mágicos y divinos.
Kokul ‘al
El libre albedrío viene de la consciencia real que existe entre la conexión con la triada, mente, cuerpo y alma….El libre albedrio viene de la consciencia real del SER.
Cuando el alma se encuentra separada y distanciada por la mente, también lo está la consciencia real y la personalidad es la que toma el lugar de nuestro real SER.
El real SER, existe en la trinidad (padre, hijo y espíritu santo) no así en la dualidad de la mente humana. El real ser está distanciado debido a la dualidad de la mente, es la mente la que impide la conexión con la trinidad y es el 666 el que habita en la mente humana. El ego es el 666 el que toma el poder del cuerpo a través de la mente y nos mantiene en la ilusión de la separación entre los planos espirituales y físicos, entre el cielo y la tierra.
La santa cruz nos regresa a la trinidad y por lo tanto al origen del SER, sin embargo son tres cruces o trinidades las que hay que completar en el recorrido para retornar al origen y fundirnos con la totalidad. Cada Cruz o trinidad, representa un nacimiento. Primer nacimiento a la magia, segundo nacimiento y tercer nacimiento.
¿Por qué nacimiento a la magia? Se le llama así porque es el mago nuestro real SER. Todo lo divino es mágico porque nuestro origen es ser magos. Somos seres mágicos y divinos.
Kokul ‘al
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